Una de las consecuencias del alumbrado nocturno en las calles son los DESLUMBRAMIENTOS de los conductores que transitan por ellas. Al menos el 70% sufre estos problemas al volante, que, en el caso de personas con trastornos de la visión (como hipermetropía, astigmatismo, miopía o glaucoma) y mayores de 50 años, son más pronunciados y pueden ocasionar accidentes, según un estudio de la Fundación Rementería.

A medida que envejece el ojo, el halo que rodea una fuente luminosa (como bombillas, faros y farolas) aumenta, según un estudio del Grupo de Investigación en Visión Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. Eso provoca que, a partir de los 50 años, “cueste cada vez más percibir con claridad los objetos detrás de un halo luminoso”, ha precisado la profesora María Jesús Pérez Carrasco, coautora del estudio.

También son especialmente sensibles a los deslumbramientos quienes tienen ojos claros (particularmente el color verde) “debido a que su cantidad de melanina (la sustancia que da el color al cuerpo humano) en el iris es menor”, ha apuntado Gros. Desde el 1 de julio de 2013, el Ayuntamiento de París obliga a todos los edificios no residenciales y a los escaparates comerciales a apagar su iluminación interior entre las 01.00 y las 07.00 horas. Su objetivo es recortar 250.000 toneladas de CO2 al año, el equivalente al consumo anual de 750.000 hogares.

Fuente: https://www.efesalud.com/las-luces-navidenas-ocasionan-problemas-de-salud-y-accidentes/