El tabaco mata a más de 7 millones de personas cada año, de los cuales el 14% son fumadores pasivos o personas expuestas al humo del cigarrillo, sin ser fumadores.

El tabaquismo es un hábito adictivo, crónico y es la principal causa de muerte prematura en los países desarrollados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, se asocia a más 50 enfermedades, sobre todo pulmonares, cardiovasculares y muchos tipos de cáncer.

El cigarrillo contiene más de 100 sustancias diferentes, entre las cuales destacan nicotina, nitrosaminas, alquitrán, y otras que son responsables de los principales problemas de salud que puede producir.

En Panamá, la ley antitabáquica ha sido muy rígida y ha tenido mucho éxito. El Ministerio de Salud de Panamá, desde hace varios años, ha difundido las clínicas de cesación de tabaco a lo largo y ancho del país (46 clínicas), donde estas personas son tratadas por un equipo multidisciplinario, lo cual aumenta significativamente el éxito terapéutico.

Qué beneficios tiene un fumador al cambiar este perjudicial

  • A los 20 minutos se produce una normalización de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
  • A las 8 horas mejorar la oxigenación pulmonar debido a la no ingestión de las partículas tóxicas que se inhalan en el humo del tabaco.
  • A las 48 horas se produce una normalización de los sentidos del gusto y el olfato. Pasados dos días después de dejar de fumar, se puede empezar a volver a disfrutar de los sabores y los olores que se pierden durante la etapa de fumador.
  • A las 72 horas se tiende a una normalización de la función respiratoria.
  • A los 6 meses se reducen catarros, resfriados y bronquitis. Más allá de producir cáncer en las vías respiratorias, las sustancias contenidas en el humo del tabaco pueden causar una sintomatología característica, así como una mayor predisposición a sufrir procesos infecciosos e inflamatorios: faringitis, sinusitis, resfriados, etc.
  • Al año de dejar de fumar, se puede llegar a reducir hasta la mitad del riesgo de infartos. Las principales patologías cardiovasculares producidas por el tabaco son la angina de pecho, el infarto de miocardio, la muerte súbita en el ictus.
  • A los 4 años el riesgo de padecer enfermedades del corazón tiende a igualarse a las personas que no fuman.
  • A los 10 años el riesgo de padecer cáncer de pulmón puede llegar ha asemejarse a las personas que no fuman. El tabaco participa como agente causal en el cáncer de pulmón, cavidad oral, faringe, laringe y otros. Por ello, pasados 10 años y en función de factores como la fecha de inicio en el hábito de fumar, número de cigarrillos diarios, duración del hábito, estado físico, etc. Nuestro organismo es capaz de recuperar índices de riesgo similares a los de las personas no fumadoras. De ahí que el hecho de no fumar se considere en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer.